Eventos Islámicos

La comunión entre el ayuno y el irfân (Primera parte)

El ayuno, como ritual sagrado, se ha practicado en la mayoría las religiones, incluso en las religiones primitivas se solía ayunar para espiar las faltas y alejar de sí a las entidades ctónicas, o para obtener la gracia de las deidades. Los árabes en la época de la preislámica también creían en una especie de ayuno o abstinencia como forma de adoración y purificación.

 

 

El término ayuno en el Sagrado Corán está representado con las palabras ṣûma (صوم) y ṣîâm (صيام). Inspirados por las referencias coránicas y de narraciones sobre el ayuno, los místicos musulmanes lo han considerado como el zakat del cuerpo, y a su favor se ha dicho que una persona, a través del ayuno, puede llegar a tener la naturaleza de los ángeles, porque por el acto del ayuno se restaura su vínculo con el recuerdo y la glorificación a la Verdad.

El Sheij Shihâb al-Dîn Suhrawardî, el fundador de la escuela mística iluminista o teosofía oriental, en su famoso texto “Awarf al-Ma’aref”, para expresar la virtud del ayuno, se refiere a un hadiz esclarecedor del Santo Profeta (PB) cuando dijo:

«El ayuno es mitad paciencia, y la paciencia es mitad fe»[1]

Dice el Sheikh: “Bani Adam (la humanidad) tarda en rechazar la opresión, excepto el ayuno, por el cual Dios Todopoderoso dice:

«Ayuna por mí y serás recompensado por ello»[2]

Es decir, el ayuno es algo propio, y yo soy recompensado por ayunar; y algunos han dicho que la Verdad Suprema ha traído la orden del ayuno para que ayunante sea adornado con los ornamentos de la moralidad.”[3]

Desde el punto de vista de los místicos islámicos, el ayuno tiene un carácter esotérico y verdadero, que está velado a los ojos de todos, Suhrawardî dice:

“El ayuno es un acto oculto del que nadie es consciente, y todos los que han ayunado creen en ello. Aunque la fe consta de dos mitades, mitad paciencia y mitad de dulzura, y la persona que ayuna reúne a ambas partes.”[4]

Ahora, a sabiendas de que existen fuertes e históricas dicotomías entre los jurisconsultos y los místicos, sería válido la formulación de las siguientes preguntas:

¿Los místicos islámicos solo se han involucrado en apariencias con la adoración del ayuno, o han ido más allá de los profundos conceptos espirituales de ayuno, llegando a la comprensión de sus verdades místicas al arribar a un elevado estado espiritual?

¿Acaso los místicos islámicos consideran que el ayuno es un factor fundamental para el descubrimiento interno de los atributos divinos, poseer la cercanía al reino de la grandeza y la ascensión al trono divino?

Los místicos islámicos han tomado la adoración y la contemplación del amor divino como vía fundamental para el viaje hacia las profundidades de la verdad, y arribar así a una plena espiritualidad, logrando una posición de cercanía con atributos divinos. El ayuno es considerado como la mejor forma de adoración para cultivar y purificar al buscador.

El concepto de ayuno ṣûma– (صوم)

Para el lexicógrafo clásico Abdul Rahim bin Abdul Karim Safi Puri Shirazi el término ṣûma, en sentido literal, significa dejar de comer y ayunar.[5] Y en la Shari’ah, es una abstinencia especial, y esa abstinencia se da para el alimento, la bebida y las relaciones sexuales de la mañana a la tarde con una intención especial.[6]

Según los hadices narrados por el Santo Profeta (PB) que se pueden ver en las narraciones de los sunitas y en otras escuelas islámicas, uno de los fundamentos básicos del Islam es el ayuno, y por lo tanto el Santo Profeta del Islam (PBUH) ha dicho:

El Islam se fundamenta en cinco pilares: el testimonio de fe de que no hay más dios que Dios, y que Muhammad (PB) es su Sirviente y su Mensajero, y en el establecimiento de la oración, el pago de zakat, la peregrinación a la Casa de Dios y el ayuno en Ramadán.”[7]

 Sobre esta base es que los místicos islámicos han prestado especial atención al ayuno, no solo durante el mes sagrado del Ramadán, sino también durante todos los días de su año. De este modo algunos han estado ayunando todos los días del año, excepto los días prohibidos (Eid al-Fitr y Eid al-Adha) y algunos de ellos han ayunado de acuerdo con las narraciones correctas del Profeta del Islam (PBUH) en días especiales.

Los místicos islámicos han considerado el ayuno como uno de los pilares básicos del islam.  Basándose en las aleyas sagradas del Corán y en los nobles hadices del Profeta y los Imames, han validado el ayuno como la mejor adoración, y una de las muestras de austeridad más importantes para cultivar el cuerpo y el alma, para acercarse a Dios Todopoderoso.

El gran místico al-Ghazali (que Dios tenga misericordia de él), clasifica el ayuno en su texto La alquimia de la felicidad, del siguiente modo: “… Existe un ayuno común, el de la gente ordinaria, y este es del grado más bajo. Pero aquel ayuno, que es especial, es el grado más alto, y es ese que mantiene corazón alejado del pensamiento de todo excepto de Dios Todopoderoso, ya que todo comienza por sí mismo, y se vacía toda apariencia de lo interior y lo exterior, excepto de Él. El ayuno especial es el que evita que las mandíbulas del ayunante fueran indignas, y hace vital seis cosas fundamentales en el ayuno: primero, que lo vigilaba de todo lo que no sea Dios, especialmente lo concupiscente, y segundo, el sosegar la lengua, tercero el privarse de todo lo vano, cuarto el alejar su oído de aquello que es nefasto escuchar, quinto es alejarse lo está prohibido en el momento de iftar, y el sexto es que después de iftar su corazón se suspenda entre el miedo y la esperanza de que su ayuno fue o no aceptable.[8]

El místico iraní Ayn al-Quzat Hamadani (1098-1131) busca la verdad del ayuno al comer comida espiritual y ambrosía divina, él dice: “El ayuno está en comer el alimento y la ambrosía. Pero, cuál alimento y cuál ambrosía. Esta comida es “Dios le habló a Moisés” (“وَ کَلَّمَ اللَّهُ مُوسى‏ تَکْلیماً«). Esto se llama ayuno espiritual, es el ayuno de la vida, es el ayuno de Dios, porque en este ayuno no hay otro que Dios.”

En el texto “Mesbah Al-Hedayeh”, el gran místico Izz al-Din Kâshânî (d. 735 AH) divide el sufismo en tres sectas con respecto al ayuno, dándole mayor valides aquellas que poseen el ayuno como pilar de purificación. Por otro lado, Maulana Jalaluddin Mohammad Rumi considera el ayuno como una solución a toda la dimensión de lo halal, y en su “Masnavi” existen una gran cantidad de referencias al ayuno como vehículo espiritual. Según Rumi, la abstención mística del alimento debe extenderse a todo momento en el comer con mesura y en evitar cualquier desmesura.

(Continuará)

Dr. Abdulwali Amílcar


[1] «اَلصَّوْمُ نصْفُ الصَّبْر وَ الصَّبْرُ نصْفُ الاْیمان» (جامع‌الصغیر، ج1، ص30)

[2] «الصَّوْمُ لِی وَ أَنَا أُجْزَى بِهِ» (جامع‌الصغیر، ج2، صص49–51)

[3] Shihâb al-Dîn Suhrawardî, «Awarf al-Ma’aref” (عوارف‌المعارف), p.138

[4] Idem. P. 138.

[5] منتهی الارب فی لغة العرب

[6] Jojani Ta’arifat (Definiciones) p. 119.

[7] بَنَى الْإِسْلَامَ عَلَى خَمْسٍ شَهَادَةِ أَنْ لَا إِلَهَ إِلَّا اللَّهُ وَ أَنَّ مُحَمَّداً (ص) عَبْدُهُ وَ رَسُولُهُ وَ إِقَامِ الصَّلَاةِ وَ إِیتَاءِ الزَّکَاةِ وَ حِجِّ الْبَیْتِ وَ صِیَامِ شَهْرِ رَمَضَان

Narracción en Bujari.

[8] Gazali, Alquimia de la felicidad, p. 171.

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