Eventos Islámicos

Nacimiento de la Dama Fátima Zahra (P)

El Ejemplo Perfecto Para las Mujeres

Islamaldia – Fátima Zahra (P), sus modales, comportamiento y habla son un modelo perfecto para todas las mujeres musulmanas. En este apartado se hace referencia a una parte de aquellas virtudes como la alegría, la benevolencia, el buen comportamiento con su marido, recato y castidad.

La santa existencia de Fátima Zahra (P), sus modales, comportamiento y habla son una fuente de orgullo y un ejemplo perfecto para todas las mujeres musulmanas. La dama noble a quien el Sello de los Profetas (PB) elogió diciendo: “Mi hija Fátima es eminente entre las mujeres del Paraíso. Ha alcanzado un gran nivel espiritual. Sí, Fátima Zahra (P) fue una sierva sincera de Dios y es la manifestación admirable de todas las perfecciones que una mujer puede alcanzar durante su vida”.

Debido a estas características únicas, la mejor persona que puede enseñar lecciones de vida a las mujeres de nuestro tiempo es esta honorable dama. Por ello, en este artículo presentamos partes de la biografía y del discurso de aquella mujer noble que tiene la capacidad de dar el ejemplo y compartir enseñanzas para las mujeres musulmanas.

 

Satisfacción, sencillez y gratitud.

A la luz de las enseñanzas del Corán y Ahlul Bait (P), una mujer musulmana siempre valora la sencillez y la simplicidad de la vida, y hace todo lo posible por criar hijos correctos que avancen hacia la perfección. Una mujer que busca solo ritos, mundanalidad, vida aristocrática y vestimentas semejantes, no puede alcanzar los elevados objetivos de una vida espiritual pura y criar hijos dignos. Por esta razón, Fátima Zahra (P), aunque era la hija del mayor líder del mundo islámico y podría haber explotado materialmente su posición, no lo hizo.

Por supuesto, la vida sencilla de una mujer musulmana no significa que viva en desorden, suciedad y dejadez, más bien, su sencillez debe ir acompañada de pureza y limpieza.

 

Trabajo, esfuerzo y benevolencia

Una mujer con fe siempre se esfuerza por revivir los valores divinos y se preocupa por el progreso de su sociedad y su familia. Fátima Zahra (P) es un claro ejemplo de mujer trabajadora a lo largo de la historia. Además de sus esfuerzos espirituales en los campos del culto y la piedad, es un ejemplo perfecto para su familia e hijos. Trabajar día y noche por la fortaleza de la hogar, criar hijos dignos, enseñar ciencia a los sedientos de conocimiento, pronunciar discursos y guiar a las personas en la comunidad. Es decir, ir hacia el crecimiento y la perfección con todo su ser es uno de los rasgos destacados de la dama del paraíso.

 

Hospitalidad

Servir a los invitados es una de las enseñanzas más hermosas del Islam. Esta hospitalidad, que es un noble atributo, se puede observar de una manera hermosa y digna en la vida de Fátima Zahra (P).

 

Humildad y empatía con el esposo

Otra característica de una mujer musulmana es el compañerismo y la empatía con su marido. Siempre estar a su lado y apoyarlo para mantener un cálido hogar y fortalecer las relaciones familiares. Fátima Zahra (P) amaba mucho a su querido esposo y simpatizaba con él.

 

Expresar amor a su cónyuge

Mostrar afecto sincero al cónyuge es algo que se enfatiza en la relación entre esposo y esposa. Los cimientos de las familias que no se aman son muy débiles y frágiles. Decir y escuchar palabras amables es un requisito previo para el éxito en la vida matrimonial, pero esta necesidad recíproca debe satisfacerse de la mejor manera observando ciertos principios.

La vida de Fátima Zahra (P) estuvo llena de palabras combinadas con respeto y benevolencia por el Imam Ali (P). En un cariñoso discurso a su esposo, esta noble dama dijo: «Que mi alma sea el sacrificio de tu alma y que mi alma sea el escudo de tu alma». Se cita a Ali (P) diciendo: «Cada vez que miraba a Fátima, todas mis preocupaciones y penas desaparecían».

 

El secreto más importante para el éxito en el matrimonio

Una de las ventajas de una mujer musulmana es su éxito en el matrimonio. Si existe el sacrificio, perdón y comprensión entre la pareja ciertamente no habrá a peleas y disputas familiares. Por lo tanto, las bajas expectativas, el no quejarse, la paciencia y perseverancia en las dificultades de la vida por parte de las mujeres de fe pueden ayudar mucho a fortalecer los cimientos de la familia.

 

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Valor más alto, guardiana de la santidad y castidad

Una de las lecciones más hermosas que Fátima Zahra (P) enseñó a las mujeres fue mantener la castidad y el hiyab.

Un día, un ciego pidió permiso para entrar a la casa de Ali. Cuando el hombre entró, Fátima Zahra (P) se ocultó detrás de una cortina y completó su hiyab. El Mensajero de Dios (PB) que estaba allí preguntó: «¡Hija mía! El es ciego y no te ve, ¿por qué te ocultaste detrás de la cortina y completaste tu hiyab?» Ella respondió: «Ciertamente él no me ve, pero yo lo veo y él siente la presencia de una mujer que no es mahram«. El Profeta Muhammad (PB) dijo: «Doy testimonio de que eres parte de mí».

Desde el punto de vista de Fátima Zahra (P), las situaciones más cercanas de una mujer a Dios Todopoderoso son cuando se distancia de la vista de los no mahrams y cuida su casa, cría a sus hijos y cuida a su esposo. El Imam Sadeq (P), citando a esta noble dama, dijo al respecto: «La situación más cercana de una mujer a Dios Todopoderoso es cuando se queda en casa [y se ocupa de las tareas del hogar y de la crianza de los hijos]».

Sí, una mujer musulmana nunca debe olvidar el mandato de Dios Todopoderoso de preservar su castidad  y proteger su hiyab como una gema preciosa durante toda su vida. Esta famosa narración que garantiza la estabilidad de las sociedades y la fortaleza de las familias, siempre debe ser expuesto a las mujeres musulmanas, especialmente a las jóvenes: La mejor acción de las mujeres es cuando no ven a los hombres [no mahram [innecesariamente] y los hombres [no mahram] no las miran.

Por lo tanto, las mujeres honorables deben prestar atención al tema y comprenderlo, porque si no cumplen, se verán yendo contra los mandatos divinos. Básicamente, la seguridad moral de la sociedad depende de la protección de la privacidad de los hombres y mujeres que no son mahram. Mantener la fe, la paz interior, la salud física, fortalecer los cimientos de las familias, la dignidad y el orgullo de la sociedad y prevenir varios delitos y la corrupción moral son algunos de los logros de mantener el hiyab y respetar la privacidad de las mujeres. Por esta razón, el Sello de los Profetas (PB) ordenó de acuerdo con el mandato divino: Crear una distancia entre hombres y mujeres [no mahrams].

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