Un Regalo De Luz Para La Humanidad

Según las tradiciones monoteístas e islámicas, ayunar durante en estas jornadas es un acto admirable en la religión, siendo conocidas como las del Ayuno del profeta Abraham (la paz sea con él). En efecto, esta Santidad alentaba a las personas a seguir esta tradición y ayunar en ellos.

Volviendo al magnífico natalicio de su santidad imam ‘Ali (P) en esta misma fecha vino al mundo, naciendo al interior de la venerada Kaaba, la que se encuentra en la ciudad de Meca, actual Arabia Saudí, treinta años luego del “Año del Elefante”, siendo Rayab el séptimo mes del calendario islámico de la Hégira Lunar), en el año cristiano 598.

Estas tradiciones se encuentran se encuentran descritas en Nasāʾī, Sunan al-Nasāʾī , vol. 4, pág. 222-223, y en Ibn Saʿd, al-Ṭabaqāt al-kubrā , vol. 7, pág. 43.

Se conoce a imam Ali (P) como el primo y yerno del santísimo profeta Muhammad (La paz de Dios sea con él y con sus descendientes), además de ser el primer varón en convertirse al Islam, siendo un gran difusor del Islam, religión y modo de vida, así como de su sistema político y económico.

El imam Ali (P) dejó tras de sí una impresionante huella bendita, quien siempre hizo énfasis en la tolerancia y humildad, control total de la ira, así como de las pasiones, cuyo sello social fue la bandera de la justicia y equidad.

Su madre, Fátima Ibn Asad, prestigiosa en pureza y devoción, se encontraba entre los creyentes en las cercanías de la Casa Santa de la Kaaba, instantes en los que sitió síntomas de parto. Dada su descompensación física, conversó con quien administraba el santo lugar.

En la oportunidad, exclamó «Oh Dios, tengo fe en Ti y tus Enviados, y en tus Escritos que afirman las palabras de mi abuelo Ibrahim Jalil, quien ha construido esta antigua Casa. Por aquel que ha construido esta Casa, y por la criatura que llevo en mis entrañas, facilítame su nacimiento”.

En aquel momento se abrió una puerta de la bendita Kaaba, y Fátima Bint Asad ingresó. Posteriormente, se cerró la puerta, hecho que sorprendió a los visitantes cerca de la Kaaba, a quienes este acontecimiento causó conmoción, tratando de abrir la puerta quienes tenían la llave, pero, no pudieron abrirla, y ninguna persona pudo ingresar, pese a la ansiedad por saber qué estaba ocurriendo, lo que se propaló en el mismo momento por todo el pueblo.

Transcurridos tres días de estos benditos y milagrosos hechos, y, llegado así el cuarto día, esa misma puerta que provocó el enigma por donde esta distinguida dama había entrado, se abrió de nuevo, ante las miradas fascinadas de los pueblerinos. Fátima Ibn Asad emergió radiante y henchida en su alma desde la Kaaba, cargando una criatura en sus brazos.

Dirigiéndose a la multitud, emitió unas dulces palabras, y señaló: “Oh gente, Dios entre de sus creyentes me ha elegido. Soy superior a las mujeres privilegiadas del pasado. Si Asiah adoró secretamente a su Señor… y si María sacudió el tronco de una palmera, y cayeron dátiles maduros y frescos, Dios me hizo superior a todas ellas y todas las mujeres del mundo, porque yo di a luz a mi hijo en la Casa de Dios. Y durante tres días fui su invitada. Y me sirvieron frutas del Paraíso y comidas divinas. Al salir de la Kaaba, el Señor me llamó y me dijo: Fátima, llama a tu bebé «Ali», porque es exaltado y su Señor es el Más Exaltado. Lo he llamado por Mí y le he conferido los secretos de Mi Conocimiento. Él es quien purificará Mi Casa de la obscenidad de los ídolos.

Él llamará a todos y cada uno a la oración, desde lo alto de Mi Casa y me adorará sólo a Mi. Benditos sean los que los amen y lo sigan; malditos sean los que se le opongan o sean sus enemigos. Él será el líder de mi nación después del Santo Muhammad (saludos sean para él y sus descendientes) bienaventurados los que le aman y le ayuden, y ¡Ay de los que le desobedezcan y quieran destruirle”…

Esta es la principal prueba desde su nacimiento, como una luz que guía a la humanidad, lo que indica que desde bebé el imam Ali (P) propendió a pulir el carácter de las personas, para llevarlas a una instancia de justicia social íntegra, oponiéndose al totalitarismo de sistemas que buscan la destrucción de los nobles rasgos que enseña el Islam.

El imam ‘Ali (P) es una de las personalidades sin parangón ni símiles, circunscribiéndose a la historia de la santidades monoteístas (P), siento el epítome del Islam para rescatar los valores y principios de esta religión y modo de vida, quien se opuso a la opresión surgida de los ídolos adorados por los Quraish, ya que su fidelidad siempre estuvo con Dios, a razón de la lógica que moldea la historia, sin importar las generaciones pasadas, presentes y futuras.

Los esfuerzos del imam ‘Ali (P) le situaron en la resistencia cultural para traer la justicia a la sociedad, abriendo camino a un sistema equitativo, opuesto a la aristocracia, al amor por lo material y entregado a la voluntad divina contra los corruptos.

Él fue el primero en aceptar y aplicar el Islam, además del monoteísmo puro desde la óptica del sagrado Corán, llamando a la primera línea para salvar a las almas humanas en pos de promover la justicia que se hacía necesaria en aquella época, convocando a las primeras personas para convertirse al Islam, y de esta forma, seguir la senda de esa misma justicia para recibir las bendiciones de Dios, lo que se plasmó en las creencias en el Islam a partir de los corazones nobles y sinceros, los que marcaron el antes y después de aquellos que se acercaron a la religión no teniendo más alternativa, hecho que se constató en el ejemplo de los mártires.

Luego de que el santo profeta del Islam, su santidad Muhammad (la paz de Dios sea con él y con su venerada familia) fuera designado como tal, su padre, Abu Talib, tras observar los rezos junto al enviado y profeta de Dios, le consultó: ¡Oh hijo mío! ¿Qué religión es esa, a la que te has convertido? Ali contestó: ¡Oh, padre! He creído en el Mensajero de Dios, en lo que le ha sido revelado y he rezado junto a él, siguiendo su ejemplo. Respondió su padre: Por cierto que no te guiará sino al bien, aférrate a él.

Era tal el compromiso de imam Ali que arriesgó su propia vida durmiendo en la cama del profeta del Islam (P) para desviar el peligro impuesto por el grupúsculo interno de los Quraish, ya que buscaron asesinar a su santidad Muhammad (P), pero se encontraron con la irrupción del imam, que los desconcertó por esta fidelidad franca.

Además, Ali (a.s) estuvo siempre en la vanguardia para que las demás personas salvaran sus almas, participando de las batallas para la defensa islámica, dejando una vara alta en Jandagh y Jaibar, limpiando posteriormente la Kaaba de todo ídolo que buscara apartar a la humanidad del Islam.

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Una importante obra donde se puede encontrar una gran fuente de sus virtudes y altas perfecciones, es el Nahyul Balagha, en el cual las personas pueden conocer un poco más de cerca su pensamiento, el que proviene de las nobles enseñanzas de su estadía junto al profeta de Dios (P), siendo una gran fuente de conocimiento, tanto en lo personal como en lo social.

Como broche de oro, un gran máxima para acercarse al imam Ali (P), lo encontramos en las palabras de Ibn Abbas, uno de los compañeros del Profeta (P), quien sobre su santidad Ali (P), dijo: «Juro por Dios que mi vida está en Sus Manos; si los mares, árboles, plumas y todos los creyentes en la Tierra se convierten en escritores, jamás podrán escribir las virtudes de Ali».

Manuel Arismendi, Segundo Paso